DE LA ERA DEL INTERNET, A LA IRA EN INTERNET
#PlumaInvitada: Kif Nava
Mucho se ha hablado de la conexión que existe entre la personas hoy en día.
En segundos, cualquier suceso que ocurra en el mundo puede estar al alcance de nuestra mano.
Todos podemos saber en tiempo real dónde está el otro, qué está desayunando, qué ropa está portando, con quién está compartiendo su tiempo, e incluso qué música escuchas; todo, a través de las distintas redes sociales alojadas en internet.
Un solo tweet, una foto, o un video es capaz de enardecer a la sociedad, y desatar la ira inmediata de cada ser humano, lo que hace que se pierda la objetividad real del suceso, y se dejen sin cabida preguntas esenciales como el por qué ocurre ese suceso.
Desgraciadamente, lugares como Ecuador, Los Ángeles, Chile, Barcelona y Culiacán han dado mucho de qué hablar estos últimos días.
La cero tolerancia ante los ojos del mundo ha dejado mal parados a estos países y a sus habitantes por igual.
El inconsciente colectivo de las personas está ahí dormido y latente, esperando un evento para pensar o no, para emitir un comentario o generar una reacción, para analizar o explotar.
Hoy en día se generan posturas a partir de los distintos contenidos e información que llegan a tu celular, provocando que te enemistes con tus amigos en dos segundos cuando la ira se apodera de ti y la plasmas en tus muros, tus historias o tus tweets.
No estoy defendiendo ni excusando a nadie, de hecho, aplaudo que hoy en día exista este medio de información tan inmediato, sin embargo, considero que se está haciendo costumbre emplear estos medios para exaltar lo negativo y desatar la ira de los miles de habitantes que están esperando un detonante para salir y manifestarse.
Y así, poco a poco se la palabra Tolerancia* se ha ido diluyendo de nuestro vocabulario.
*Tolerancia: Actitud de la persona que respeta las opiniones, ideas o actitudes de las demás personas aunque no coincidan con las propias.
Celebro que Internet esté presente, y que las personas puedan estar conectadas sin importar el lugar físico en el que se ubiquen.
Celebro que la era del internet sea parte de nuestras vidas.
Pero aún existe un largo camino que recorrer para construir una cultura cibernética más crítica, más analítica, y menos impulsiva y reactiva.
Como sociedad y actuales receptores pero también generadores de contenidos, debemos exigir y esmerarnos por llenar las redes de mejores contenidos, de modo que podamos asegurar que cuando tengamos una notificación en nuestro celular, se trate de algo que lejos de desatar la ira, nos incentive a informarnos, y nos obligue contribuir a un diálogo efectivo en el que la tolerancia permee, y seamos agentes activos en la construcción de la cultura de paz que tanto necesitamos.
Que si Evo Morales, que si AMLO, que si los veganos protestan, que si grupos de manifestantes toman las calles de Barcelona o de Quito.
Todos tenemos algo que decir y con el cúmulo de información al que estamos expuestos, solo nos quedan dos sopas: una, seguir utilizando las redes sociales como medio de desahogo, de enojo y de inconformidad con ciertos temas, con lo cual, seguramente impactarás a tus amigos y contribuirás a que esta ola sea interminable; pero también tenemos de otra, y esa, refiere a hacer el experimento de respirar y plasmar realmente lo que piensas de ese acontecimiento sin que la ira se apodere de ti.
Este mundo, esta sociedad, y este país necesita más buenas noticias que malas.
Necesita más gente que escriba cosas que construyan, no que destruyan. 🏻
SOBRE EL AUTOR:
KIF NAVA
