Existe una genuina preocupación en la clase política, medios de comunicación y en la sociedad civil (organizada y no). Estamos en peligro de una regresión a tiempos que creímos superados: los años de la ciudadanía invisible.
Tiempos de presidencialismo total en que la voz del presidente era verdad absoluta. Tiempos de partido hegemónico, gestor del control quirúrgico de clientelas políticas con la entrega estratégica de apoyos sociales, cortesía del “Señor Presidente”.