A unos días de que el presidente Andrés Manuel López Obrador rindiera un informe de sus primeros 100 días de gobierno, las encuestas muestran una popularidad alta. Su nivel de aceptación es superior al de anteriores presidentes en esta etapa del sexenio.
Esto a pesar de decisiones polémicas y costosas para el país: la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México; la designación de un gabinete inexperto en un área estratégica como lo es energía, factor que contribuyó a la emergencia por escasez de combustibles básicos para el país; la violencia sin freno en casi todo el territorio (de la cual puedo dar testimonio personal), la creación de una Guardia Nacional que en los hechos tendrá mando militar; la cancelación del apoyo a refugios para mujeres víctimas de violencia de género; el desprecio a las organizaciones sociales que por años han construido democracia en México y el alineamiento de facto al gobierno dictatorial de Venezuela.