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Ya terminaron la elecciones en México  con un saldo  donde el PAN capitalizó el voto anti-PRI  en varios Estados de la República. Fueron 7 gubernaturas ganadas por el PAN (3 PAN y 4 Alianza PAN-PRD) figurando la alternancia en:

*Veracruz con Miguel Ángel Yunes

*Durango con José Rosas Aispuro,

*Chihuahua con Javier Corral,

*Quintana Roo con Carlos Joaquìn  y

*Aguascalientes con Martín  Orozco.

Habrá mucho que decir y que evaluar de estos resultados. La carrera 2018 por la presidencia de México, ha iniciado.

Mientras aquí en México acaba una jornada electoral, en  España empieza una nueva. Nuestro  estimado colaborador

Carles Salom nos habla del panorama electoral que se vive hoy en la madre Patria. Empecemos:

Y de nuevo, elecciones.

POR: Carles Salom / Estratega y Analista Político.

Carles Salom / Estrategia y análisis político Llega el calor y con él nuevas elecciones. Parece ser que los españoles votamos mal en Diciembre y ahora nos toca volver a repetirles lo que ya dijimos: Entendeos. Porque todo indica que el escenario que resultará después del 26J será el mismo: un escenario de Pactos, pero con un matiz, tal vez Pablo tenga ahora mayores probabilidades de convertirse en Presidente. Pero primero dibujemos las 4 claves que podrían dar a Pablo Iglesias el triunfo, o la derrota, en esta nueva campaña electoral.

Lo primero a destacar es que los indecisos tendrán de nuevo la balanza en sus manos. Seis millones de personas, según los datos que se pueden obtener del último CIS, tendrán la decisión. De ellos, 1.445.000 podrían votar, o no, a Podemos, 1.415.000 podrían optar por los socialistas, 927.000 estarían dudando en votar a Ciudadanos y 845.000 lo estarían por los populares. Y estos números nos llevan directamente a la segunda clave de la elección: la participación.

Se espera que la participación sea entre un 3% y un 5% menor que en Diciembre, es decir que al rededor de 2 millones de personas podrían quedarse esta vez en casa. Si la participación electoral es alta, Unidos Podemos se verá favorecido, puesto que es el partido que más indecisos ha de mover y por tanto, a mayor participación mayor movimiento de indecisos. En cambio al PP le conviene generar una campaña que desincentive al votante de acudir a las urnas, puesto que al tener un mayor número de votantes fieles y un menor número de electores indecisos a los que movilizar, el resultado con una participación baja le convendrá.

Pero el que peor panorama tiene es el PSOE. Ha defraudado a gran parte de su militancia más izquierdista. Solo un 35% de su electorado veía con buenos ojos un pacto con Rivera, y esto ha ocasionado que sea uno de los partidos, junto con Ciudadanos, que más indecisos está creando de cara a los próximos comicios y que menos voto está reteniendo.

Además, un tercer elemento a tener en cuenta será que por primera vez en democracia el sistema d´Hondt dejará de desfavorecer a IU, y pasará a desfavorecer a Ciudadanos, quién se verá afectado por ser el cuarto partido en la repartición de escaños en aquellas circunscripciones pequeñas y que son menos proporcionales. Y si finalmente Unidos Podemos resulta ser el segundo partido, tendrá más sencillo su principal objetivo: superar en escaños a los socialistas para obligarlos a firmar un Pacto de Izquierdas.

Los temas a tratar no van a ser distintos de la campaña electoral pasada, lo que sí cambiará será el enemigo, y este es el cuarto elemento a tener en cuenta. En la campaña del 20D vimos como todos los partidos apuntaban a un mismo objetivo: Pedro Sánchez, y en el debate quedó claro. Ahora el enemigo a batir es, como ya todos bien saben: Pablo Iglesias. Es decir, el enemigo siempre es el mismo: aquél que tenga mayores probabilidades de convertirse en el próximo presidente de España.

¿Veremos a Pablo Iglesias en unas semanas como el nuevo Presidente? Aún queda mucho viaje para eso, pero para mí una cosa es cierta: estas elecciones se presentan aún más interesantes que las pasadas.